¿ALTERNATIVA O LA OTRA CARA DE LA MISMA MONEDA?
La sintetización a partir de derivados químicos del petróleo trajo consigo la aparición de los plásticos. Un avance que ha inundado nuestras vidas y por ende, las del planeta. Los plásticos son utilizados casi en cualquier cosa, prácticamente ha inundado los sectores principales de la economía mundial. Desde el embalaje, pasando por la construcción, transporte, medicina, electrónica, agricultura, el plástico se ha convertido en la materia prima fundamental para la fabricación de bienes de diversa índole y complejidad.
Supuso un gran avance tecnológico, ser un material barato y con una larga vida útil que permitía reducir los costes de fabricación ha popularizado inmensamente su uso. Sin embargo, las consecuencias de este material y su utilización indiscriminada, pero especialmente su degradación y el mal uso que los humanos estamos haciendo de él al desecharlo, está teniendo graves consecuencias para el medio ambiente, la supervivencia de las especies y está por ver cuáles serán las consecuencias para la propia salud de los seres humanos.
DURABILIDAD DEL PLÁSTICO: PROS Y CONTRAS.
Como señalamos, el gran problema de este material (plásticos derivados del petróleo) está precisamente en su ciclo final de vida. Como comentamos, su larga vida útil es una ventaja, pero a la vez es su gran problema.
Por poner dos ejemplos; objetos como las bolsas de plástico se degradan en un promedio de 150 años, mientras que las botellas de plástico de PVC o PET pueden tardar en en degradarse de 100 a mil años.
Y he aquí el problema. Un desecho por tanto, que necesariamente afectará al medio ambiente. Al no desaparecer con la suficiente celeridad, se va acumulando y esa creciente acumulación durará siglos.
Se producen al año unas 100 millones de toneladas de plásticos y gran parte de ellos acaban en los mares y los océanos formando el 80% de la basura marina.
Cada segundo se arrojan más de 200 kilos de plástico a mares y océanos. El 70% se va al fondo marino y el 15% se queda flotando. (Fuente: Fundacionaquae.org)
ALTERNATIVAS AL PETRÓLEO: ¿SON LOS BIOPLÁSTICOS LA SOLUCIÓN?
Ante esta emergencia social y medio ambiental hemos de buscar alternativas que reduzcan el uso del plástico o que al menos si no es así, no contaminen o lo hagan en mucha menor medida. Una de estas soluciones podría venir a partir de la sustitución de las materias primas (petróleo y sus derivados) de las que deriva ahora mismo el plástico.
Pero estas alternativas ¿acaban con el problema del plástico en el medio natural?. El reto aquí es constatar si estos plásticos alternativos o bioplásticos, de los que cada vez oímos hablar más, son la solución o sólo otra versión del mismo problema.
Un bioplástico es un polímero natural derivado de productos vegetales y elaborado a partir de residuos agrícolas, celulosa o almidón de patata o maíz entre otros. Pero estos plásticos derivados de fuentes orgánicas también suscitan diversas dudas como fuente de sustitución de los plásticos convencionales.
Algunos argumentos a favor parten de la reducción de la huella del carbono que supone esta alternativa(del orden del 8% que es la huella que generan los plásticos derivados del petróleo al fabricarse) ya que si su origen es vegetal, al degradarse simplemente devuelven el carbono que absorbieron las plantas de las que derivan, al crecer.
Sin embargo existen voces críticas con este tipo de alternativa. A este respecto se señala la contaminación generada por los fertilizantes usados para el cultivo de las plantas usadas en la fabricación de estos bioplásticos o el terreno de cultivo que se quita a la producción de alimentos. El uso del maíz para fabricar plástico en lugar de alimentar a las personas, entraña enormes disyuntivas éticas en un planeta en donde muchos millones de personas pasan hambre (821 millones de personas, el 11% del planeta según la ONU). Además hemos de tener en cuenta los recursos que se consumen para el cultivo y transformación de esta alternativa.(extensiones de cultivo, agua…etc.).
Pero la mayor dificultad a día de hoy que ha de superar la alternativa del bioplástico es su capacidad de degradación en el medio natural, especialmente en el mar.
La biodegradabilidad de este tipo de plásticos depende en gran medida de la existencia de temperatura suficiente para que los microorganismos encargados de su compostabilidad prosperen y los transformen en materia orgánica (algo que se da con facilidad en instalaciones industriales pero no es tan factible en el medio natural). Sin estas condiciones el tiempo de degradación es igualmente considerable. Esta cuestión es fundamental cuando hablamos de su existencia en los mares donde estos plásticos tienen el mismo comportamiento que los derivados del petróleo. Por lo tanto su mala utilización y su desecho de forma incontrolada y negligente conlleva el mismo problema para el medio natural.
BIOPLÁSTICO, UN LARGO CAMINO POR RECORRER
Por tanto, ¿es el bioplástico una alternativa real a los plásticos convencionales?. A día de hoy, es una alternativa a la que le falta aún mucho camino por recorrer en materia de investigación y desarrollo. No dudamos de que este camino será recorrido (por nuestro bien y el del planeta) pero mientras tanto no se puede hablar de una alternativa clara.
En este sentido una de la mejores soluciones es sin duda nuestra concienciación en el uso racional de los recursos y en el modo de uso y desecho que tenemos de los productos, especialmente en lo que al plástico se refiere para evitar que acabe en nuestros mares especialmente.
La necesidad de un cambio de modelo es incuestionable pero hemos de ser diligentes a la hora de tomar las políticas adecuadas y meticulosos a la hora de buscar soluciones que no supongan a la larga generar un problema igual o similar al que tratamos de solventar.