Educando en el consumo responsable
Hoy charlamos con Brenda Chávez sobre los hábitos de consumo. Licenciada en derecho y periodista, colabora con diversos medios y ha publicado el libro ” Tu consumo puede cambiar el mundo” donde pone el acento en cómo podemos como consumidores cambiar el mundo con nuestras decisiones de compra.
Hola Brenda encantados de poder hablar contigo:
En tu libro ¨ Tu consumo puede cambiar el mundo¨ pones de manifiesto el poder que como consumidores tenemos para poder cambiar el mundo con nuestras elecciones responsables en nuestro consumo. Pero ¿Podemos consumir realmente de forma responsable o nos viene impuesto el tipo de consumo(acceso a productos) por parte de los productores, fabricantes y distribuidores a la hora de comprar ?
Desde luego la sociedad de consumo, con su gran maquinaria, nos empuja a realizar una serie de consumos de forma irreflexiva, compulsiva, emocional, etc., muchas veces mediatizados por la publicidad, el marketing, los influencers, bloguers, etc. Pero de la misma forma, se puede mantener una actitud consciente frente al consumo y consumir responsablemente productos con impactos positivos para la sociedad y el planeta. Cuando estamos informados es fácil tomar este tipo de decisiones conscientes.
La solución al cambio, a la tan necesaria sostenibilidad, ¿crees que está más en manos de la ciudadanía o ha de empezar por las políticas y la gobernanza que coaccionen los hábitos de consumo? ¿Qué grado de conciencia crees que tiene la sociedad en general sobre esta cuestión?
Todos somos parte de la solución: empresas, administraciones, consumidores, etc. Pero no tenemos todos el mismo grado de responsabilidad cuando se está fabricando con impactos, y cuando según Global Foot Print estamos consumiendo 1,7 tierras en recursos al año, es decir, consumimos y producimos por encima de la capacidad del planeta para renovarse. El punto 12 de los ODS (los Objetivos de Desarrollo Sostenible), la agenda de la ONU para 2030 para lograr un desarrollos sostenible, es la producción y el consumo responsable. Así que las administraciones y las empresas deberían de tomar buena nota. Los consumidores no tenemos la culpa de que se produzcan con impactos, nadie quiere comprar ropa o productos manchados de sangre, explotación adulta o infantil o crueldad animal, pero no se nos informa sobre cómo se hacen nuestros productos, y las administraciones y la empresas ahí tienen toda la responsabilidad de hacer la cosas bien.
Detrás de muchos de nuestros hábitos diarios de consumo existe un poderoso interés, un lobby, ya sea energético, alimentario o de otra índole cuyos intereses mercantiles y de poder marcan el devenir mundial ¿Es posible evadirse de este “statu quo” preestablecido desde nuestra posición de ciudadanos dirigidos por leyes conniventes con estos intereses?
En todos los sectores hay lobbies, su influencia es muy notable en la política y las leyes porque presionan para que les sean más favorables. Pero los ciudadanos podemos realizar ya un consumo responsable en todos los sectores también, porque hay modelos emergentes más sostenibles, justos y re-distributivos que están planteando alternativas, por eso escribí mi libro, porque otras economías, otros modelos productivos y otros bienes y servicios son posible, y ya existen. Lo que pasa es que no se visibiliza y muchas personas no los conocen.
Hablar de consumo responsable en los países desarrollados frente a los países del tercer mundo requiere de matices importantes ¿Podemos hablar de consumo responsable en los países subdesarrollados? ¿Qué derecho tenemos en las sociedades del bienestar para limitar el consumo y su derecho a explotar sus recursos a esas personas o países del tercer mundo?
En los países en vías de desarrollo hay un consumo de susbsistencia que en general es responsable, porque busca cubrir las necesidades de las personas de forma real, no las falsas necesidades que se nos genera en los países desarrollados. Lo que está claro es que la explotación de los recursos globalmente es injusta y desigual, de la que se beneficia una élite: el 20% de lap oblación está usando los recursos del 80% de la humanidad. Esos países están en vías de desarrollo por sus modelos productivos al servicio de la economía neoliberal imperante, en general, y por cuestiones de gobernanza que suelen favorecer a los grande capitales. El consumo basado en modelos productivos insostenibles, que impera en el planeta, con explotación de recursos, humana, animal, etc., está generando la brecha social entre ricos y pobres un mercado laboral cada vez más precario, el cambio climática, la acidificación de los océanos, niveles de residuos nunca vistos, etc.
Los residuos son otro de los grandes problemas del consumo. ¿Qué grado de responsabilidad tienen las personas al consumir en la generación de residuos? ¿Como puede evitar el consumidor en multitud de ocasiones el residuo cuando este viene ya impuesto por fabricantes y distribuidores?
Las empresas y las administraciones tienen el gran peso de la responsabilidad, cada uno tiene que hacer su parte para minimizar los residuos. Si pensamos en el plástico, por ejemplo, un grupo de corporaciones de gran consumo mu famosas (Coca-Cola, Pepsico, Nestlé etc.) están generando un porcentaje muy llamativo de ese impacto. Debe de haber leyes, limitaciones, soluciones, buenos sistemas de recogida de residuos, etc. y en último término, el consumidor puede contribuir a no genera más usando bolsas de tela, botellas reusable, minimizando el plástico, comprando a granel, etc.
Existen instrumentos al alcance de fabricantes y distribuidores en general que pueden ayudar a cambiar los modelos actuales hacia modelos más acordes con el desarrollo sostenible. ¿Es el eco-diseño o la economía circular una solución viable desde el punto de vista de los productores? ¿Porqué crees que existiendo estos nuevos modelos no se ha producido un cambio significativo en el modelo productivo?
En mi libro recojo un montón de alternativas al modelo productivo actual, globalmente y en cada sector, la economía circular, el eco-diseño, etc,. están dentro de ellas pero hay muchísimas más y ya están planteando alternativas solventes, incluso disruptoras en muchos casos.
Últimamente estamos viendo un importante movimiento a favor de los derechos de las mujeres, de su empoderamiento ¿Crees que puede suponer esto algún cambio social en favor de un modelo de sociedad diferente, más sostenible? ¿por qué? ¿Crees que las mujeres tenéis un mayor grado de compromiso y responsabilidad en vuestras elecciones de consumo que los hombres?
Las mujeres somos doblemente explotadas por el modelo productivo, padecemos más la explotación laboral y humana (trata sexual, trabajo esclavo, etc.) en todos los sectores, en los que cobramos menos, pero además la sociedad de consumo nos utiliza para vender productos, y al mismo tiempo nos genera inseguridades físicas, y de todo tipo, para incitarnos a consumir cosas que no necesitamos (moda, cremas, cirugías, etc.). Curiosamente las mujeres tomamos el 80% de las decisiones de consumo en el hogar, y además somos mucho más consciente de lo que supone la sostenibilidad de la vida, así que si nos empoderamos podemos, como consumidoras, tener una gran influencia y evitar que se exploten a muchas mujeres de formas muy diversas, pensemos que el 80% de las trabajadoras que hacen la ropa de las grandes cadenas, en condiciones indignas la mayoría de las veces son mujeres.
Sin duda cualquier cambio social(Sobre consumo) que debamos alcanzar empieza por reeducar o educar desde un primer estadio, lógicamente desde a propia infancia ¿Crees que hoy en día se tiene en cuenta esta cuestión en el sistema educativo? ¿Educamos como padres suficientemente a nuestros hijos en un consumo responsable?
La educación es el gran tema, está detrás de cada comportamiento que vemos en la sociedad, ya no sólo tras el consumo. Se educa a los pequeños para que sean ciudadanos acríticos y consumidores dóciles, que es lo que interesa. La educación no es algo que atañe a sólo a los padres, también el sistema educativo cada vez más mediatizado por las grandes corporaciones y no se limita la publicad de productos insanos para los niños y niñas como pide la campaña Defiéndeme de Justicia Alimentaria. Además la administraciones a través de la compra pública que hace y practicar un consumo responsable, es ejemplarizante para todos y todas. Todo esto también es educación.
Tu consumo puede cambiar el mundo , pone su pequeño grano de arena en esta dirección, haciendo una clara llamada a la responsabilidad y al compromiso que hemos de adoptar cada uno de nosotros con las futuras generaciones, los recursos y el planeta, en definitiva, para vivir de forma sostenible revirtiendo algunos de los mayores problemas a los que nos enfrentamos como la pobreza o el cambio climático.
Una lectura obligada para todos nosotros que no debiéramos dejar pasar y una importante cuestión sobre la que debiéramos reflexionar de manera personal y colectiva.
Nuestra más sincera enhorabuena por este trabajo Brenda.