– Después de introducir la agenda 2030 en pasados artículos iniciamos hoy una serie de post encaminados a promover la sostenibilidad a través de cada uno de los 17 objetivos de desarrollo sostenible examinando su significado, alcance y realidad con espíritu crítico pero con un claro propósito de poner de manifiesto su urgencia y necesariedad como presupuesto esencial para la justicia económica, social y ambiental en nuestro planeta.
– El objetivo de desarrollo sostenible Nº1 es el Fin de la pobreza, algo que pudiera parecer una obviedad pero que en una sociedad dominada por un sistema capitalista neoliberal, marcado por el crecimiento exponencial, la dictadura del mercado y la gran propiedad privada, aquellos que se encuentran bajo el umbral de la pobreza, sin recursos, están irremediablemente abocados a ser víctimas de un sistema que configura formas de vivir y ser persona que derivan en una extrema desigualdad.
– Una sociedad que recientemente ha inventado una palabra en castellano, aporofobia, para discriminar a sus semejantes sin recursos, para apartarlos aún más, que no estorben, en sus deseos de una sociedad de clases.
– La Lucha contra la pobreza no sólo es un objetivo de desarrollo sostenible, es una imperiosa necesidad de una sociedad y un planeta que se dirigen irremediablemente con este sistema económico actual, al agotamiento de los recursos del planeta. La necesidad de este objetivo es la palpable realidad de una sociedad que sufre la transformación de las relaciones sociales en relaciones económicas, donde el dinero se ha convertido en él único objeto de deseo de las personas, pasando por encima de sus semejantes si fuera necesario.
– Pero quizá la mayor urgencia que tiene el ODS 1, en primer lugar, y antes incluso de la lucha contra la pobreza, la redistribución, el reparto igualitario o cualesquiera otras acciones, sea la de encontrar una gobernanza, una política y unos políticos que no formen parte del neoliberalismo socio-económico contra el que dicen luchar. Unos Gobernantes no sujetos a la dictadura del mercado, más preocupados por complacer los intereses lobistas del capitalismo exponencial que les amparan, que de satisfacer las necesidades básicas generadoras de inmensas cantidades de sufrimiento social en medio de un abundancia como no se ha conocido antes.
– Es más necesario que nunca luchar contra la pobreza ideológica antes de comenzar a luchar por una sociedad más justa e igualitaria.
Tal y como declara el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo:
- Más de mil millones de seres humanos viven con menos de un dólar por día.
- 2.800 millones de personas, es decir, cerca de la mitad de la población mundial, viven con menos de 2 dólares por día.
- El 20% de la población mundial posee el 90% de las riquezas.
– Cómo es posible aceptar esta situación, estos datos, si no es obedeciendo a un egoísmo ideológico legitimado y amparado políticamente y por una falta de consideración y solidaridad hacia el problema y los que lo sufren de todos los que vivimos sitiados por nuestro estilo de vida voraz y codicioso.
“O bien el sistema está estructurado adrede para excluir a los más pobres, o está extremadamente mal diseñado” – Philip Alston: Relator de la ONU sobre extrema pobreza y derechos humanos.
– La lucha contra la pobreza, es ante todo, una acción, un gesto que debe manifestar nuestro inconformismo contra la injusticia, la exclusión social o la discriminación. Es una reivindicación de un sistema económico y social que garantice un modelo de derechos y libertades igualitario donde todos tengamos acceso a un mínimo de bienestar. Donde el crecimiento económico y social no se lleve a cabo a costa del sufrimiento de otros.
– El agua, la comida, la sanidad, un hogar…no pueden ser cuestiones que separen a las personas, que las discrimine. Hemos de garantizar que la redistribución de los recursos alcance para lograr que todas las personas disfruten de ese mínimo de bienestar que les conduzca al desarrollo de una vida digna. Un mundo sostenible es un mundo que pueda sustentar a sus miembros presentes y futuros de manera libre justa e igualitaria.
“La pobreza no es natural, es creada por el hombre y puede superarse y erradicarse mediante acciones de los seres humanos. Erradicar la pobreza no es un acto de caridad, es un acto de justicia.”
Nelson Mandela.