MODA SOSTENIBLE
Sin lugar a duda, uno de los sectores donde con más fuerza está irrumpiendo el modelo de sostenibilidad pero también donde mayor camino queda por recorrer, tanto dentro del propio sector como de la sociedad, es el mundo de la moda.
Con este ambicioso objetivo, el de encaminar hacia la conciencia ambiental y el desarrollo sostenible de este sector nace Slow Fashion Next.
Gema Gómez, dirige un equipo multidisciplinar. En estos siete años de andadura, que en septiembre serán 8, han logrado ser ya un referente dentro del sector. En Slow Fashion Next, han puesto énfasis en el desarrollo de negocio del sector de la moda como un sector con un enorme y necesario potencial sostenible.
¿Qué podéis contarnos de Slow fashion next? ¿En qué consiste vuestra iniciativa? ¿Qué objetivo persigue?
Slow Fashion Next es una plataforma de formación, principalmente online y también damos clase a muchas universidades y empresas además de participar en muchas conferencias y eventos para formar y divulgar sobre los conceptos de moda, sostenibilidad y negocio.
Nuestro objetivo es ayudar a dar forma a una industria alternativa apoyando a todas aquellas empresas profesionales y emprendedores que quieran incluir los conceptos de sostenibilidad en la cadena de suministro textil.
Estáis en línea con los objetivos de desarrollo sostenible las propuestas del movimiento The Global Fashion Agenda y los postulados de la Ellen MaCarthur Foundation. ¿En qué consiste toda esta declaración de intenciones y porque los consideráis tan importantes? ¿Qué reflejo consideráis que tienen estos principios ahora mismo en vuestro sector y en la sociedad en general?
Sobre todo nos sentimos alineadas con los “Objetivos de Desarrollo Sostenible” que son una guía fantástica creada por las Naciones Unidas para integrar estos conceptos de sostenibilidad medioambiental, social y económica dentro de las empresas. Igualmente nos basamos en los principios de economía circular de Ellen MacArthur y analizamos los informes de la Global Fashion Agenda que dan el latido del sector textil actualmente aunque consideramos que los objetivos tienen que ser más ambiciosos de lo que se plantean en el Global Fashion Agenda.
Habláis de cambio, de “reinventar el sector de la moda y transformar sus impactos”, ¿cómo se puede cambiar?, ¿cuáles son los instrumentos para ese cambio?
Este cambio se puede abordar desde diferentes maneras, cómo trabajamos con nuestros clientes. Ayudándoles a implementar las estrategias de ecodiseño se pueden tratar desde la intervención en el origen de la materia y su transformación, los impactos sociales y locales que genera los productos ayudando a que éstos sean positivos en lugar de negativos, y también se pueden cambiar creando nuevos modelos de negocio disruptivos que no existían hasta ahora y que van haciéndose un hueco en las maneras convencionales de vestir como por ejemplo el modelo de renting.
Este tipo de iniciativas cada vez estarán más integradas en el sector porque la Generación Z (generación posterior a la Millenial, a los que pertenecen aquellos que han nacido a finales de la década de 1990 y principios de la década de 2000) ya están muy acostumbrados al alquiler de producto en vez de comprar del mismo.
Dentro de Slow fashion next encontramos B2fabric. ¿Qué nos podéis contar sobre esta sección?, ¿supone optar por materiales / materia prima sostenible/ecodiseñada, […]) un incremento de los costes de producción?
B2fabric es el nuevo proyecto nacido el verano pasado junto a mi socia Blanca Gómara. Se trata de un showroom de tejidos sostenibles así como de una consultoría para emprendedores y empresas para ayudarles a implementar estos criterios fácilmente y conseguir empresas resilientes.
Sobre el precio de los productos y los materiales textiles está claro que sí el mercado permite a un cierto modelo de negocio llegar al comprador sin pagar todos los ríos que contaminan o los salarios que no paga por ejemplo, está claro que lo que es barato es explotar.
Podríamos hablar de conocer los conceptos, de tener los instrumentos para materializar los objetivos, sin embargo casi a diario constatamos que la sociedad no avanza en esa dirección, no tiene un verdadero compromiso ambiental y la situación del planeta y sus recursos está en una situación cada vez más difícil.
¿Dónde creéis vosotros que está por tanto la clave para revertir esa falta de compromiso, para dirigir el modelo hacia ese desarrollo sostenible?
La verdad es que cuando escucho decir esto no pude evitar que se me escape una sonrisa, hace más de 10 años, cuando empecé a investigar, sí que tenía quizás esa sensación de que nadie sabía nada.
Hoy en día, cuando escribes moda sostenible en Google salen miles y miles de entradas con este concepto. Yo creo que la clave es insistir, seguir formando, informando y creando las alternativas. Estoy 100% convencida por muchos motivos, que este cambio está mucho más cerca de lo que pensamos y pienso sobre todo en estos últimos años donde la progresión está siendo súper interesante.
Slow fashion next realiza una importante actividad de formación en materia de emprendimiento y sostenibilidad ¿Constatáis que esta formación tiene su reflejo en los posteriores proyectos o actividades desarrollados por el alumnado? ¿Supone una dificultad añadida desarrollar y salir al mercado con un modelo basado en el desarrollo sostenible o por el contrario es una ventaja competitiva?
En un mercado saturado como es la moda, cualquier iniciativa que se lance va a costar muchísimo ponerla en marcha sin importar si tiene criterios de sostenibilidad o no. Lo importante es creer en el proyecto y también puedo decir que los que empezaron hace unos años y que quizás han tenido que hacer su aprendizaje, ahora lo están haciendo cada vez mejor y son mucho más sólidos también como negocios. Estas marcas emergentes serán los líderes de los próximos años.
¿Es el sector de la moda un sector comprometido, o por el contrario , siguen primando más valores como el precio o la marca del producto adquirido?
Ese compromiso ¿creéis que debe solicitarlo el mercado/sociedad o que debe partir de los propios diseñadores y fabricantes?
Creo que no se puede hablar de un sector cuando hablamos de consumidor. Sí que podemos hablar de un sector como hablamos de los profesionales que lo conforman y es verdad que mientras que los profesionales que están más establecidos les está costando mover ficha, los estudiantes y emprendedores entienden perfectamente el valor de estas propuestas ya que se trata sencillamente de sentido común y cuando se entienden las implementa fácilmente.
Sin duda estáis tomando parte con vuestro compromiso en la elección de un modelo productivo y de mercado. ¿Es compatible el desarrollo sostenible que proponéis como paradigma con ese modelo de éxito imperante en este sector de prendas baratas y de compra recurrente? ¿Qué creéis que hace falta para convencer a todos esos diseñadores y fabricantes que no optan por este modelo para reconducirles hacia ese modelo de impacto social positivo del que habláis?
Yo creo que el mercado está cambiando y que si no lo están viendo es porque no están abriendo los ojos a toda la información que hayas alrededor como el informe que lanzaron a finales de año los científicos sobre cambio climático. Creo que los que están abriendo los ojos a todo esto son los que van a poder quedar con estos criterios implementados en su cadena y que cuando llegue el momento del cambio, que va a llegar pronto, seguramente antes de lo que creemos, estarán preparados para ofrecer estas alternativas de una manera mucho más fácil.
Con más de 3000 alumnos, más de 30.000 visitas mensuales a su web y la constatación de que el grado de satisfacción de sus clientes es elevado, estamos ante una empresa que demuestra que el modelo empresarial correcto es un modelo con compromiso y responsabilidad.
Que el futuro de la sociedad, de nuestra generación y de las siguientes debe cimentarse en la sostenibilidad a todos los niveles. Una vez más Ekohunters se alinea con los referentes del desarrollo sostenible. Juntos luchamos por el futuro de nuestro planeta. Cada gesto cuenta: Inspirando cambios