
3D
La tecnología de impresión 3D se ha convertido en los últimos años en una revolución para la industria a todos los niveles. Desde pequeñas piezas hasta la fabricación de casas, pasando por la impresión médica de órganos artificiales para implantarlos en seres humanos.
Una máquina capaz de imprimir figuras con volumen a partir de un diseño hecho por ordenador, parece no tener límites. En este sector es donde encontramos a una empresa joven con cinco años de andadura: Comme Des Machines
Teniendo en cuenta que estamos ante una tecnología aún en expansión, en sus primeros estadios de desarrollo, ¿Qué os hizo especializaros en la impresión 3D?¿Cómo veis el futuro de esta tecnología?
Cuando empezamos allá por 2012 bajo el nombre de AA Enterprise éramos una consultoría especializada en el impacto de las tecnologías digitales en la industria de la moda. Rápidamente identificamos las infinitas posibilidades que nos ofrecía la impresión 3D para sanear una industria tan tremendamente insostenible como es la textil. Tras mucho investigar, quisimos probar y aprender para corroborar por nosotros mismos si todo lo que habíamos teorizado tenía una base real. Y, efectivamente, la tenía.
La impresión 3D revierte y pone en entredicho todas las ineficiencias de la industria tradicional. La manufactura tradicional fomenta la estandarización, la fabricación digital, la singularidad. La tradicional llena el planeta de stocks y de piezas antes de que nadie las haya demandado, lo digital permite fabricar aquello que es demandado con todo lo que eso supone: ahorro de material, de espacio de almacenamiento, de transporte…etc. Estamos ante una nueva era. Como nos suele gustar decir: la era de las máquinas será ¡la era de las personas!
Tal y como avanzan las nuevas tecnologías, apoyadas en parte por la tendencia de las nueva generaciones a familiarizarse con ella con gran facilidad, ¿Veremos una impresora 3D en nuestros hogares en un plazo breve de tiempo?¿Con qué utilidad?
Sí, el desarrollo de la tecnología es absolutamente exponencial. Así que, sin duda, llegará el día en que todos los hogares tengan algún tipo de impresora. Sin embargo, a diferencia de lo que suele decirse, nosotros no creemos que la gente nos fabricaremos todo lo que necesitemos en nuestras casas. Solemos poner el siguiente ejemplo: en los 90 todos teníamos una fotocopiadora en casa; sin embargo, si buscábamos calidad, acudíamos a una copistería. Con las impresoras 3D imaginamos algo similar. Aún así, las ventajas son enormes, porque podremos comprar un diseño de cualquier cosa, en cualquier parte del mundo, pero terminaremos produciéndolo localmente.
Tal y como os definís en Comme des machines, estáis especializados en moda y tecnología ¿Qué significa esto en términos productivos?¿Qué tipo de productos fabricáis?
Nosotros, desde el principio, tuvimos muy claro nuestro objetivo: trabajar para que la impresión 3D fuese incorporada en la industria. Sólo ese es el camino para hacer más sostenible lo insostenible, de conseguir un verdadero impacto; tratar de difundir el mensaje de que las cosas se pueden fabricar de otra manera. Así que empezamos fabricando piezas personalizadas y sostenibles en lotes pequeños para distintas marcas de moda: desde fornituras a accesorios. Sin embargo, en la medida que fue pasando el tiempo, otro tipo de industrias creativas empezaron a ponerse en contacto con nosotros: interioristas, arquitectos, artistas. Decidimos dar el salto e incorporamos impresoras de gran formato.
Ahora el abanico de productos es tan amplio que incluso nosotros nos sorprendemos día a día. Imprimimos desde esculturas, muebles, merchandising, packaging, objetos de decoración, rótulos para exteriores, logos de pared.…etc. Cada proyecto es una aventura. En un mismo día podemos estar haciendo minúsculas piezas para joyería y un rótulo XXL para un restaurante.
Definís vuestro proceso productivo entre otras características como sostenible. ¿Qué beneficios ambientales pueden derivarse de la fabricación en 3D mediante esta tecnología?. En cuanto a vuestra actividad ¿Cómo implementáis en vuestro proceso productivo la sostenibilidad con la que os definís como empresa?
La impresión 3D es el paradigma de lo sostenible, y no sólo porque nos permita fabricar con materiales biodegradables, sino por muchos otros motivos. La fabricación aditiva sólo consume el material que necesitas para la pieza, sin generar ningún tipo de resto. Nunca generamos stocks. Sólo fabricamos aquello que ha sido previamente demandado. Fabricamos sin mínimos. Es decir, nuestros clientes no tienen que someterse a la tiranía de hacer una cantidad x de piezas. Cuesta lo mismo fabricar 1 que mil. Aunque pueda parezca anecdótico, sólo eso dinamita lo peor de la fabricación tradicional a muchos niveles: almacenamiento, transporte… etc. Pero es que, además, para nosotros, ser sostenible no significa sólo el respeto por el medio ambiente, sino el empoderamiento de las personas y de las pequeñas empresas. Nosotros pretendemos poner al alcance de todos lo que antes estuvo sólo al alcance de unos pocos: creatividad y diseño, personalización y sostenibilidad.
Con el potencial que demuestra esta nueva tecnología y al ritmo que crece su desarrollo ¿Creéis que la impresión 3D sustituirá en el futuro al resto de modelos tradicionales de diseño y procesos de fabricación conocidos?
Decir que sustituirá, tal vez, nos parezca un poco osado. Creemos que coexistirán. Lo que sí creemos, sin ningún lugar a la duda, es que la fabricación digital será la que prime. Cuando nosotros empezamos, la impresión 3D sólo se empleaba para prototipado o desarrollo de producto. Eramos muy pocos en el mundo los que pensábamos que el verdadero impacto estaba en la fabricación. Los años nos han dado la razón. Tal y como augurábamos, en el futuro, incluso las marcas grandes, fabricarán de manera personalizada y eso sólo puedes conseguirlo gracias a tecnologías digitales. Mirad Adidas, por ejemplo, siendo de la industria tradicional y vendiendo millones y millones de unidades, pretende poder fabricar zapatillas personalizadas para los pies de cada de uno de nosotros. Ese grado de personalización, que será la norma en un futuro, sólo es posible gracias a la fabricación avanzada.
Tras estos cinco años ya de camino ¿Cómo afronta Comme des Machines su futuro? ¿Qué crecimiento le auguráis a la empresa?
Somos ambiciosos y optimistas. Hoy por hoy, ya proveemos a distintas industrias, no sólo a la industria de la moda. A medio plazo, pretendemos seguir incorporando nuevas tecnologías digitales que nos permitan responder a la creciente demanda de estas nuevas industrias y que nos permitan ser más eficientes y competitivos y, por ende, más sostenibles. En breve, también lanzaremos una línea de objetos y muebles propios. Nos gusta pensar que seremos capaces de hacer productos cada vez mejores y que seremos capaces de contribuir a construir, entre todos, un nuevo paradigma, otra forma más creativa, más sostenible, más justa de hacer las cosas.
Queremos ser parte activa de esta nueva era y poner nuestro granito de arena para construir un mundo mejor. Eso sí, es una pelea diaria porque trabajamos con una tecnología emergente, y eso requiere un esfuerzo enorme, no sólo de constante aprendizaje, sino también de una labor constante de concienciación y difusión. No es lo mismo proponer algo con lo que ya estamos familiarizados, que abrir caminos nuevos. Pero ese es nuestro sueño y a por ello vamos. Y advertimos… somos muy testarudos.
Desde Ekohunters os deseamos todo el éxito del mundo. Nos encanta que haya gente como vosotros que no le tengan miedo, no sólo a emprender, sino a hacerlo en la vanguardia de la tecnología.