Habitualmente se habla de conceptos como la obsolescencia programada, de la que ya hemos hablado aquí, o de la vida útil de un producto, su etapa de uso …etc.
Todos estos conceptos en realidad están poniendo el acento sobre la cuestión de la optimización de recursos y sus consecuencias que por encima de cualquier otra consideración pone de relieve el impacto ambiental de ese producto.
Este impacto se cuantifica mediante el análisis del ciclo de vida del producto, ACV por sus siglas.
El análisis de ciclo de vida permite cuantificar las cargas ambientales asociadas al producto derivadas de la extracción, producción, distribución, uso y fin de vida.
Estos supone analizar el toda la cadena de valor del producto, de la cuna a la tumba, desde el acondicionamiento de las materias primas hasta la gestión ultima de los residuos. Cada una de estas etapas en la vida del producto esta relacionada con, en las primeras, el consumo de materias primas y energía (inputs) y en las segunda parte del proceso con los residuos generados y las emisiones producidas(outputs).
Teniendo en cuenta el análisis de este ciclo de vida del producto, existe sin embargo un alcance del mismo que proyecta sus objetivos mas allá del simple ciclo final de vida “de la cuna a la tumba”, considerando el ciclo de vida completo del producto como un ciclo basado en la estrategia de la “cuna a la cuna”. Es decir, desde la elección y procesado de la materia prima hasta que el producto tras quedar desechado, es reintroducido en el mercado como un nuevo producto de la misma especie o de otra categoría diferente.
En este sentido, Ekohunters como empresa involucrada en la sostenibilidad y el cambio social e industrial hacia modelos basados en la economía circular y el ecodiseño, aboga por esta estrategia(De la cuna a la cuna). Consideramos que es la mejor y más óptima estrategia ya que trata de aprovechar los recursos ya existentes en el mercado reintroduciéndolos a través del reciclaje y la reutilización. Esto supone un impulso para la tan necesaria sostenibilidad contribuyendo a luchar por el mantenimiento y la conservación de los ecosistemas que están en grave peligro debido a un modelo de consumo equivocado además de ser un muy útil instrumento frente al calentamiento global y el cambio climático.
La metodología de análisis de ciclo de vida del producto es un método asimilado a la hora de valorar el producto y sus beneficios ambientales y de sostenibilidad en procedimiento de compra verde destinados por ejemplo a grandes empresas que deben poner el acento en la sostenibilidad como política trasversal de la empresa o de la obligatoriedad de la administración a la hora de realizar sus adquisiciones para tomar en consideración estos parámetros de sostenibilidad.
Este método tiene una especial relevancia cuando tratamos de medir las magnitudes en las que se sitúa un producto respecto de su huella de carbono(Sus contribuciones al calentamiento global) o su huella ambiental(aportaciones del ciclo de vida del producto a los vectores ambientales…atmosfera, suelos, biodiversidad…) respectivamente.
En este sentido, esta herramienta se torna fundamenta en la elaboración de la “Declaraciones ambientales de producto”, la certificación que aporta la información ambiental más relevante de sus impactos a lo largo de su ciclo de vida, una información clave para la toma de decisiones acerca de los materiales, productos o servicios en general
En definitiva, estamos ante un método, el de análisis de ciclo de vida del producto(ACV) que se sitúa como una herramienta fundamental para proporcionar información a los sectores público y privado implicados en la toma de decisiones relativas a la mejora ambiental.
A su vez toda esta información puede y debe servir para dotar al ciudadano de a pie de información completa para la toma de decisiones en su consumo y en su vida con el objetivo de poder tomar conciencia acerca de la sostenibilidad del mercado y de la sociedad en general.